Si hay una tecnología que ha resultado fundamental para las empresas durante la pandemia, esta ha sido sin duda el cloud computing. Sin aplicaciones, herramientas o servicios en la nube, miles de empresas podrían no haber funcionado en remoto. Imaginemos qué hubiese sido del tejido productivo de cualquier región del mundo sin que los modelos de negocio de toda la industria pudiesen trasladarse a la nube en cuestión de días o semanas.

 

El cloud computing permite a los despachos de abogados acceder, bajo demanda, a una serie de servicios, que van desde el correo electrónico hasta el almacenamiento de documentos, pasando por aplicaciones de gestión del despacho, de contabilidad, de bases de datos de jurisprudencia o para compartir documentación e información con clientes u otros despachos. Todo ello, sin tener que disponer de servidores o de software en el propio despacho, lo que disminuye la inversión (en mantenimiento y personal informático, principalmente).

Los despachos de abogados deben tener en cuenta varios aspectos clave antes de contratar servicios en la nube. Según el informe ‘Utilización del Cloud Computing por los despachos de abogados y el derecho a la protección de datos de carácter personal’, elaborado por el Consejo General de la Abogacía Española y la Agencia Española de Protección de Datos, deben conocer: la responsabilidad del despacho sobre el tratamiento de los datos y la normativa y jurisdicción aplicable; la seguridad y confidencialidad de los datos; por último, aspectos esenciales del contrato de servicios que debe firmarse, tanto desde el punto de vista técnico como jurídico.

«El cloud es un ecosistema de soluciones todo en uno que facilita y mejora el día a día de los despachos de abogados. Almacena de manera segura datos a prueba de filtraciones, permite mantener una comunicación más fluida con el cliente y, entre otras cosas, posibilita vincular datos entre casos para aprovechar el trabajo ya hecho. Todo esto se resume en una palabra: eficacia», señala Jaime Castelló, director de programas de Esade y profesor del Certificado Profesional en Legal Tech en la Era Digital, realizado por MIT Professional Education en colaboración con Esade.

Este es un ejemplo más de cómo las nuevas herramientas pueden beneficiar tanto a los clientes como a los profesionales que ofrecen un determinado producto. «La tecnología avanza mucho más rápido que el sector legal. En un contexto tan inestable e incierto como el actual, destacar entre otros negocios legales es la clave. Esto se consigue modernizando las operaciones y utilizando la tecnología más avanzada, lo mismo que estamos comprobando en otros sectores e industrias», explica Clara Piloto, experta en desarrollo empresarial y directora de Global Programs de MIT Professional Education.

La transformación digital es una necesidad que inunda todos los sectores, principalmente en aquellos, como el legal, que se han servido casi en exclusiva del conocimiento y la excelencia de sus profesionales -y no del uso de herramientas- para convertirse en líderes en su sector. Aprender a utilizar el cloud computing, además de tecnologías como blockchain, internet de las cosas o inteligencia artificial, será un agente del cambio para juristas y abogados.

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Fuente: El Economista