El engaño es una técnica habitual en muchas actividades de la sociedad, incluido el uso de Internet. Se dice que Maquiavelo recomendaba “no obtener algo por la fuerza si se podía conseguir con el engaño”.

 

 

 

Por eso el phishing continúa siendo una de las técnicas más empleadas para abrir las puertas a la inseguridad de los usuarios. Por eso mismo, el uso de perfiles falsos en las aplicaciones de Internet es más habitual de lo que creemos.

 

Confianza e interés en redes sociales

La utilización de identidades falsificadas ha proliferado de forma exponencial en las redes sociales. A menudo, recibimos comunicaciones de personas que no conocemos en absoluto y de quien no podemos verificar realmente su identidad. Algunos recurren a supuestas coincidencias en intereses comunes, otras ni siquiera se molestan en plantear esa mínima justificación. El objetivo siempre es ganarse la confianza o el interés de su víctima. Un simple denominador común cuya estrategia se basa en esas dos características.

La confianza es algo difícil y costoso (al menos en tiempo) de conseguir. Requiere un estudio pormenorizado de la víctima (costumbres, gustos, relaciones, etc.) y un relato coherente de cada una de las posiciones que definen su perfil.

Sin embargo, salvo en entornos profesionalizados o incluso estatalizados (inteligencia gubernamental, por poner un ejemplo) este tipo de procedimientos apenas se siguen.

Las redes sociales se han convertido en el principal foco de perfiles falsos de Internet. Según Google, dos aplicaciones sobresalen en las estadísticas: Facebook y Tinder. Cada trimestre, Facebook desactiva más de 1.500 millones de cuentas falsas.

Tipos de perfiles falsos

A menudo, es posible comprobar que muchos de estos perfiles son simplemente bots, aplicaciones automatizadas cuyo objetivo es obtener el mayor número de contactos posibles.

Unos bots que pueden ser sociales, de spam, captadores de “likes”, generadores de influencia o incluso de propagación en la red con otros fines.

Las redes sociales se han convertido en el principal foco de perfiles falsos de Internet

Existen perfiles que se corresponden con personas reales que han visto comprometidos sus datos personales o sus cuentas en redes sociales. Otros están asociados a datos clonados de fuentes públicas. O incluso perfiles inventados, creados de forma automática con todo un conjunto de características personales diferenciales entre las que se incluyen, por supuesto, el nombre y apellidos, aficiones, el color favorito, número de cuentas bancarias, direcciones de correo inventadas, etc. Incluso fotografías de rostros que ni siquiera existen.

Técnica para desenmascarar perfiles falsos

Sea cual sea el caso, la forma de verificar la identidad de un contacto en Internet a menudo resulta ser una actividad bastante artesanal, no exenta de algunas dificultades.Una de las técnicas más utilizadas para verificar la identidad de esas personas reside en los propios servicios que proporciona Google. Su aplicación de búsqueda de imágenes permite localizar una fotografía entre aquellas que están disponibles en Internet e incluso parametrizar sus atributos y centrar la búsqueda 

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Fuente: revistabyte